Perro Beethoven: Todo lo que Debes Saber

¿Te enamoraste del perro Beethoven cuando viste la película? ¿Saliste corriendo a buscar uno igual? Pues Beethoven era un San Bernardo, y aquí te contamos todo lo que debes saber de esta noble raza.

 

Quien es el perro Beethoven

En el año 1992, se estrenó la película Beethoven y a lo largo de los años se han estrenado unas 7 películas más.

 

Beethoven 1, 2, 3 y 4, Beethoven Busca Tesoros, Beethoven Super Estrella y una Aventura Navideña forman parte de esta serie.

 

La película del perro Beethoven cuenta la historia de un cachorrito que, tras el robo de una tienda de mascotas, logró escapar. Se refugia en un contenedor de basura en un vecindario de los suburbios.

 

Unos niños consiguen al cachorro, lo llevan a casa y, tras rogarle a su padre, deciden adoptarlo.

 

Desde la primera noche que Beethoven pasa en su nuevo hogar, los residentes comienzan a vivir una pesadilla y a medida que crece esta bestia, la pesadilla se magnifica.

 

Pero por otra parte, Beethoven rescata a los niños de situaciones peligrosas. A pesar de las negativas del padre, el perro se queda en casa.

 

Beethoven se muestra como un animal torpe, glotón y que destruye todo lo que toca a su paso.

 

Además, es desobediente, trepa por todas partes, se come los muebles y su baba se distribuye por toda la casa, hasta en los sitios más insólitos.

 

¿El San Bernardo es cómo el perro Beethoven de la película?

El perro protagonista de la película Beethoven es un San Bernardo, una raza oriunda de Los Alpes Suizos, del monasterio de los monjes San Bernardo y criado para rescatar y guiar viajeros perdidos en la nieve.

 

Lo único que tiene en común el perro Beethoven de la película con el de la realidad, es su dulzura, su lealtad, su tamaño y sus babas.

 

No son perros activos ni glotones y tampoco son perros destructores en casa.

 

Un San Bernardo puede vivir perfectamente en un apartamento porque es un perro muy tranquilo y probablemente tus vecinos no se enteren que el perro existe, a menos que lo vean salir por la puerta.

 

Los San Bernardo no son perros muy activos. De hecho, si crees que vas a tener que sacarlo para ejercitarlo, cuando lo llames para salir estará acostado en el sofá con la mirada diciendo “sal tú que yo te espero aquí”.

 

Los San Bernardo nunca pasarán desapercibidos, son perros que llegan a pesar unos 80 kilos con una altura de unos 75 cm a la cruz.

 

Solo vienen en blanco con manchas marrones y algunas negras en la cara.

 

El San Bernardo tiene una cara grande, de mordida fuerte que rara vez utilizará, ojos expresivos que inspiran amor y orejas caídas que le dan un aspecto de tonto.

 

Al ser un perro grande, su esperanza de vida es corta y está entre los 8 y 10 años.

 

Lo que tiene de grande lo tiene de bueno, especialmente con los niños. El perro Beethoven o San Bernardo es un animal equilibrado que jamás creará conflictos.

 

Tiene una personalidad encantadora pero protectora de sus seres queridos, por lo que requieren sociabilización para que entiendan cuando proteger y cuando no.

 

El San Bernardo debe ser entrenado desde temprana edad y no precisamente para que no se coma los muebles, sino para que aprenda a manejar su fuerza, sobre todo en presencia de niños.

 

Son animales que aprenden rápido y disfrutarán del entrenamiento.

 

Cuidados de un perro Beethoven o San Bernardo

Al ser un perro tan grande, debes evaluar bien si estás en capacidad de tener uno ya que su alimentación puede alterar tus finanzas.

 

Sus cuidados son básicamente cepillados semanales con el cepillo adecuado y en época de muda cada dos días.

 

También, cortes de uñas y limpieza de oídos cuando lo requiera y baños una vez al mes.

 

En lo que respecta a su salud, estos perros son propensos a sufrir displasia de codo y cadera, entropión y ectropión, problemas de piel especialmente en el área de la cara a causa de sus babas y torsión gástrica.

 

Cabe destacar que las visitas regulares al veterinario, ejercicio y una buena alimentación mantendrán a tu Beethoven en buenas condiciones.

 

Cómo dato curioso, el entrenador del perro Beethoven pasó unos dos meses evaluando más de 20 ejemplares de San Bernardo para escoger a su estrella Beethoven.

 

Aunque el mérito de cada uno de los desastres que ocurren en la película es de ese animal escogido, todo se logró gracias a que los San Bernardo son perros inteligentes capaces de aprender cualquier cosa,

incluso travesuras y con enormes ganas de complacer a sus dueños.

 

Un perro Beethoven no es para todos, pero si tienes la dicha de tener uno, encontrarás que tu círculo de amistades se agranda, tendrás un compañero único y una niñera excelente.

 

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